Jane Austen. Orgullo y Prejuicio

29.04.2014 16:22
“ORGULLO Y PREJUICIO”
 

Con la llegada del rico y apuesto Mr. Darcy a su región, las vidas de los Bennet y sus cinco hijas se vuelven del revés. El orgullo y la distancia social, la astucia y la hipocresía, los malentendidos y los juicios apresurados abocan a sus personajes al escándalo y al dolor, pero también a la comprensión, el conocimiento y el amor verdadero. Esta edición presenta al lector una nueva traducción al castellano que devuelve todo su esplendor al ingenio y la finísima ironía de la prosa de Austen. Satírica, antirromántica, profunda y mordaz a un tiempo, la obra de Jane Austen nace de la observación de la vida doméstica y de un profundo conocimiento de la condición humana.

¿Qué podemos deciros de Orgullo y prejuicio que no sepáis ya? Si os dijéramos que es una historia de amor, preciosa, intensa y nada fácil nos diríais que eso ya lo sabéis. Si os dijésemos también que antes o después, seáis románticos o no, tenéis que leer el libro, nos diríais que eso ya lo habéis escuchado antes. Pero, si os lo repetimos una vez más no va a pasar nada, aquí va: ¡Leed Orgullo y prejuicio, de la maravillosa Jane Austen! Y que no os asuste que sea un clásico, es una joya que merece la pena ser leída y que tiene que estar en todas las bibliotecas.

La vida de la familia Bennet transcurre con relativa calma hasta que esta se ve interrumpida por la llegada de dos apuestos y adinerados jóvenes ingleses, Bingley y Darcy, y los deseos de la señora Bennet por casar a alguna de sus cinco hijas se disparan. La admiración entre Jane Bennet y Bingley surge desde el primer instante, pero no pasará lo mismo entre Darcy y Elizabeth, que llevados por los prejuicios y el orgullo, entablarán una tensa relación. A partir de aquí, bailes, fiestas, malos entendidos, secretos, errores… que marcaran el devenir de una historia rica y muy romántica.

Jane Austen tiene una habilidad especial para hacer un retrato perfecto de la compleja sociedad inglesa del momento (bailes, modas, traiciones y normas sociales incluidos). No he encontrado un contexto tan trabajado y detallado en otras novelas, y el éxito de esta excelente contextualización reside en los diálogos, elaborados y realistas. Pero la habilidad de Jane no sólo aparece en las descripciones, sino que se intuye también en esa clara crítica a una sociedad hipócrita y ridícula, todo ello narrado con sentido del humor e ironía. Me ha gustado en contraste entre la vida de la gente de campo y la de la ciudad, como, a pesar de sus diferencias, tienen, casi siempre, los mismos defectos, y en las pequeñas comunidades se reproduce a pequeña escala lo que sucede en las grandes urbes.

 

Y vayamos a la parte más interesante: la relación entre Darcy y Elizabeth. Ambos son protagonistas con mucha fuerza y complejidad, mucha más que la que podemos advertir en personajes más sencillos como Jane y Bingley, cuya historia, a pesar de no estar exenta de problemas, resulta como más simple que la de Elizabeth y Darcy, por el propio carácter de los personajes. Las cosas entre Darcy y Elizabeth no empiezan con un buen pie, ambos parecen predispuestos a pensar lo peor del otro y ante el mínimo indicio de falta, juzgan y condenan. La frialdad y la arrogancia que brilla en los ojos de Darcy, repelen a Elizabeth, una mujer inteligente, sensata y sensible. Los intercambios entre ellos, con diálogos mordaces, intensos y profundos, han sido una delicia, porque permiten ver cómo son los personajes en realidad y cómo transcurre su historia. Su historia transcurre con calma, sus sentimientos madurar de formas diferentes y su relación te llega, te transmite algo y te emociona.

 

Libro llevado al cine

En el año 2005, se hizo la adaptación cinematográfica de “Orgullo y Prejuicio” (Pride & Prejudice), basada en la novela homónima de Jane Austen.

Nos ha parecido interesante que lo sepáis, así que aquí os dejamos el trailer de la película.

www.youtube.com/watch?v=POxA0ctR1PE

Para finalizar esta reseña de este maravilloso libro, os dejamos con una de las frases del mismo, dicha por la protagonista:

“Podría perdonar más fácilmente su vanidad, si no hubiera herido la mía.”

 

(Elizabeth Bennet)

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